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¿POR QUÉ BAILAMOS?

¿POR QUÉ BAILAMOS?

Bailamos para expresarnos. El baile es expresión en movimiento. Bailando comunicamos sentimientos, sensaciones, incluso opiniones. Todas las culturas bailan. Histórica y culturalmente hemos bailado desde siempre. Por tradición o por rito, por hobbie o por profesión, movimiento y música siempre han estado presentes de una u otra forma.

En el baile hay ritmo, rito, conexión, sincronía, interacción cuerpo-mente, hay expresión. Bailar es vivir un tipo de experiencia de expresión y comunicación que a la vez, nos permite experimentar nuevas sensaciones con el cuerpo, mente y espíritu.

Múltiples beneficios nos trae bailar, para la salud, para el espíritu, para la vida; múltiples definiciones hay escritas sobre qué es bailar. Lo mismo sucede con la pregunta ¿por qué bailamos?

En principio, la respuesta es muy muy simple, bailamos ¡porque nos gusta bailar! Algunos van un poco más allá y dicen “¡Bailo porque me apasiona!”

Lo cierto es que cuando bailamos desconectamos un rato de preocupaciones y agobios del día a día, para conectarnos con nuevas experiencias cada día.

Hemos encontrado tres motivos más comunes y muy importantes por los cuales alumnos, profes y bailarines no se cansan de bailar:

Las tres razones de por qué bailamos:


“Bailo porque me apasiona, porque lo necesito.” (Bailarín profesional)

Quizás hemos escuchado muchas veces esta frase de profes y bailarines. De pequeños por azar, por destino, porque sus padres los metieron en clases de baile descubrieron este mundillo, crecieron en él y encontraron en este camino una pasión y un estilo de vida. Han convertido el baile en su profesión.

“Bailo porque me divierte, me permite hacer ejercicios y conocer gente.” (Alumno – Clases de salsa)

Muchas veces nos acercamos al baile buscando nuevas experiencias, cambiar de ambiente, hacer algo nuevo y diferente. Porque queremos aprender los bailes de moda, porque nos sentimos solos o aburridos del día a día y buscamos algo más. Entonces, encontramos en el baile la combinación perfecta: diversión + nuevo ambiente + conocer gente + mover nuestro cuerpo, sentirnos saludables.

“Empecé a bailar porque un amig@ me hizo la invitación, ahora no puedo parar ¡me encanta! ¡me relaja! ¡me hace sentirme bien conmigo mismo!”. (Alumno – Avanzado clases de bachata)

¡Me encanta! ¡Me relaja! ¡Me hace sentirme bien conmigo mismo! son las expresiones que más nos gusta escuchar, pues nos sentimos plenamente identificados. Lo más importante de cada día, de cada actividad, de cada proyecto es que podamos sentirnos bien con nosotros mismos, con lo que hacemos, con nuestra vida y nuestro día a día. De hecho, hay momentos en los que el baile se convierte en un reto. Cuando un paso no nos sale, cuando no entendemos un giro, cuando somos tímidos y no nos dejamos llevar. ¡Qué bien se siente cuando lo superamos y nos damos cuenta de que vamos un paso adelante! ¡Hemos evolucionado!

Existen infinidad de motivos por lo cuales bailamos, tantas razones como experiencias, como bailarines, como profesores y alumnos. Todos nos apoyarían al decir que bailar es una actividad completa y que la sensación de alegría y de placer que nos genera está relacionada con la infinidad de conexiones mente-cuerpo que establecemos con nosotros mismo y con el entorno. Al principio es un reto, parece difícil, luego se vuelve una actividad infinitamente agradable, luego incluso llega a ser una pasión.

¿Y tu? ¿Por qué bailas? ¿Te gusta bailar? ¿Estás de acuerdo con nuestras razones? ¿Las has experimentado?

Si no sabes cómo responder, ¿a qué esperas para apuntarse a clases de baile y descubrirlo por ti mismo?

Basta con mirar la alegría y la felicidad en las caras de todos los que bailamos para saber que practicamos una de las mejores actividades del mundo!

Fuente: UDANCE